Portezuelo del Viento: un problema generacional. 

03.07.2020

Por Rubén Peralta

Es una cuestión de visión generacional, no es mala intención de nadie. Estamos enfrentando el futuro con visiones viejas. Miradas que no entienden el cambio climático, no ven la evolución de la tecnología y no alcanzan a percibir la magnitud de los cambios sociales y ambientales.

Los mendocinos estamos atrapados en viejas soluciones, vamos a ahogar en una obra recursos estratégicos para la Mendoza del futuro.

Es una solución antigua, con empresarios y políticos que no pueden entender el futuro que viene. Estamos orgullozos de poner en marcha una obra que omite la inexistencia de caudales de agua en los ríos y peor aún, ignora que ese efecto de agravará.

Portezuelo del Viento, es la obra insignia de la política y el empresariado que vive el presente mirando por el espejo retrovisor. Es impensado que cuando los caudales de los ríos ya no son los de hace años, vayamos a realizar una obra que no regula el riego para la provincia y con un enfoque alarmante de pensar el modo generar energía.

Seguimos poniendo recursos en modelos antigüos. Mendoza usa el 80% del agua en la agroindustria, de eso se deperdicia el 40% del recurso en la distribución y uso. Estamos utilizando agua como nos legaran los huarpes, y vamos a utilizar 1023 millones como se hacía en el siglo pasado, pero peor; no vamos a irrigar ni una sola hectárea en Mendoza y no podrá generar energía porque no tendrá el caudal suficiente para hacerlo.

No habrá agua para Portezuelo y nos habremos gastado un recurso único, pero estamos todos empecinados en continuar con su ejecución por la magnitud de la crisis laboral. Hay métodos modernos para imaginar el futuro. Nunca es tarde para hacer bien las cosas.

Uno podría criticar severamente, pero elegimos entender desde qué lugar están pensando, las presiones y las necesidades son realmente grandes. Estamos transitando un nuevo mundo, con visiones que no pueden pensar más allá de la coyuntura.

Mendoza siempre fue distinta. Nos preocupamos por hacer obras para las generaciones que nos siguen, porque así es el desierto, en cada etapa se hace lo que necesitará la próxima, Mendoza hace mucho que piensa en el presente. Pensemos en los que vienen.